Fuerte, con un lenguaje fluido y una trama poco convencional. La primera parte de la saga de Marisa Citeroni, nos transporta a un mundo diferente, un lugar atrapado en la historia en donde los protagonistas se ven inmersos en un juego que para nada posee la inocencia y los matices puristas a los que estamos acostumbrados cuando escuchamos de años pasados. Los personajes principales (Olivia y Brian) interpretan un papel casi absoluto en la historia, dotándola de elementos que ayudan a disfrutar y seguir el rastro de los hechos.

 

 Un libro de 208 páginas, de los que me gustan a mi romántico y época. Algo que nunca sabre porque me gusta tanto este tipo de novelas, la verdad que al final sabes como acaba todo pero me siguen enganchado y gustando, aunque de este tipo no creo recordar haber leído algo parecido, que una de las protagonistas tuviera que disfrazarse y que nadie más se diera cuenta, jeje

Es una historia que me atrapo desde el primer momento, tanto por la ambientación como por la fuerza de la personalidad de sus personajes, me encanta Olivia y como pese a todos los problemas ella siempre trata de salir a delante y sobreponerse a todos los problemas. No es la típica mujer que espera a que un hombre la salve de su terrible destino, o le ofrezca la solución perfecta a todos sus problemas, ella es una heroína que lucha por lo que cree y por sus derechos, cosa que admiro en las protagonistas femeninas en novelas románticas. Brian me enamoro por completo, tan romántico y siempre tan protector luchando siempre por conseguir aquello que quiere, ¿Quien no se enamoraría de un hombre así?