Un trozo de queso

Un trozo de queso está compuesto por relatos audaces, originales y con soluciones insólitas.

Celebrando las Lemurias, uno de los más largos, está ambientado en la Roma del siglo I: una doble muerte se logra resolver gracias al testimonio de los muertos, que en la fiesta de las Lemurias acceden a las casas de sus familiares.

Hay otros ambientados en la antigüedad, como El esclavo de Antioquía, que aborda la desaparición del director de la gran biblioteca de Alejandría, o Tulo, sobre el rey romano del mismo nombre. Este es un relato duro, situado en los momentos que Roma se estaba formando.

El escuchador es, en cambio, un cuento muy actual: ¿qué puede hacer alguien que accede al ruido de fondo de las conversaciones de los niños que juegan on-line?

Policíaco es Inspectora Patiño: un cadáver aparece en el avión que decora una rotonda.

Hay también relatos ambientados en otras épocas, como Don Don, en las cruzadas, o La paz, en el final de la guerra civil.

Todos los relatos están muy cuidados, tanto en contenido como en estilo, que es justo, eficaz, y sin derroche de palabras.