Todo está en Nada

Por cuestiones del azar, aunque no por eso casuales, he llegado a este libro de la mano de una recomendación en un foro. Atento a esas señales invisibles pero vivas, conseguí el mismo en formato digital. Si bien es subjetivo aquello que a uno le aporte su lectura, el mensaje es claro y sencillo. De una fuerza notoria. Algo como dormido que a medida que se avanza en su lectura se vuelve un grito ensordecedor que puja por salir. Por momentos roza lo ingenuo e infantil y me hizo recordar a El Principito y sus enseñanzas. Muy bueno. Lo recomiendo a cualquiera que este en la búsqueda. Cualquiera que ella sea. Saludos.

Este es un libro que habla al corazón de cada persona, pinta las paredes del alma con colores hermosos y hasta transforma la manera en que vemos el mundo, el universo y al prójimo. Es un libro que viene del amor, fue inspirado por amor, fue escrito con amor y es recibido con amor. A mí en lo personal me ha hecho entender la simplicidad de esta vida y me ha llenado de tanto amor que lo unico que quiero es dar abrazos gordos. Amelia Cobos es sin duda alguna una mensajera divina, una persona sincera con un alma muy humilde y amorosa. Este libro es una revelación, un mensage, una guía. Este libro es amor.

Este cuento es un regalo. Es un volver a ser niño. Es darse cuenta de lo que de verdad importa. Es dejarse llevar…
Hay tanto cariño volcado en este tesoro, que es difícil no emocionarse.

Hay que dejarse atrapar por la historia. Disfrutar de esas ilustraciones que captan a la perfección la esencia de la narración.

Es increíble cómo ciertas historias llegan a la vida de uno en el momento más oportuno. «Todo está en Nada» es esa historia.
Gracias a Amelia he vuelto a mirar con los ojos de un niño.