Tan solo eran retratos

Cuando en la actualidad descubres que en el pasado muchas personas arriesgaron todo lo que tenían, todo lo que eran para convertirse en protagonistas de sus propias historias, se debe escuchar el relato de Hanselman Necker, siendo el único personaje que aparece desde el principio hasta el final. Es la voz y el alma de Tan solo eran retratos. La obra nos induce a reflejarnos en el espejo y ver tras él diversos rostros… Significa el poder encontrar antiguas fotografías y viejas pero admirables obras sin publicar en el sótano del que ahora es tu hogar y que algún día fue escenario y testigo de lo que representaban los salones literarios. El heredar, por azares del destino, tanto dicho inmueble como el reencontrarse con un pasado popularizado, puede provocar una gran confusión en ti. Será a través de todas estas piezas lo que conducirá a Elisabeth a resolver todas las incógnitas que envuelven esta trama. Se dejará llevar por las huellas de sus antepasados para descubrir este rompecabezas que inicia trasladándose a Glaston House, propiedad que la confundirá continuamente. Una historia que revivirá ella misma a través del único testigo que acompañó a sus antepasados en toda la trama. Debemos ser testigos de primera mano del legado que nos narra Hanselman Necker…