EL HOMBRE QUE PODIA CURAR

Gabriel Saldana posee el maravilloso poder de curar con sus manos, un don con el cual nació. Además, es dueño de unos profundos y celestes ojos de cielo, a través de los cuales es posible ver su alma. Nació en una granja en Norteamérica durante una tibia noche de primavera, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial; en la cual transcurre su infancia bajo el amoroso cuidado y guía de sus padres. Sin embargo, un hecho lamentable le revelará un impedimento sobre su don: no puede curar a los que ama. Este hecho marcará su vida y sus relaciones. Su emotivo camino hacia el autodescubrimiento lo llevará a distintos lugares, donde enfrentará diversas situaciones y conocerá diferentes tipos de seres humanos, en un mundo marcado por el conflicto de la Guerra Fría. Estas experiencias lo llevarán a cuestionarse a cerca de la naturaleza humana y el significado de su poder. Gabriel deberá resolver dos búsquedas durante su recorrido: integrar su don, de carácter divino, hacia su parte humana y emocional; y, a la vez, integrarse a sí mismo al mundo y encontrar el propósito de su existencia. Será en la Sudáfrica del apartheid, donde Gabriel comenzará a resolver sus interrogantes hacia el camino de su completa realización.