Felicidades Señor Embajador Panamá le deseo muchos éxitos en el proyecto que ha comenzado en internet sus obras son muy interesantes e instructivas para cada grupo de personas.
Sólo la ambición pudo llevar al planeta a esta guerra nuclear y bacteriológica, en la que al final no hay un vencedor. La humanidad entera perdió.
La comunidad científica desde hace años viene preparándose para el dado caso que esta situación se presentara, creando refugios en los que se cubrirán las necesidades básicas de las personas designadas y de las que en el momento del evento allí se encuentren. A estos refugios se les conoce como Burbujas y en ellos el aire, el agua, la tierra están aislados de posible contaminación.
Los que allí viven deben someterse a estrictas reglas como la práctica de la eutanasia para quienes sufran enfermedades terminales y tampoco se permite la vida a los fetos a los que se les detectan malformaciones.
La comunidad científica es el gobierno en las Burbujas y los únicos con autorización para ir a las áreas contaminadas, pues poseen sistemas de descontaminación para la ropa y materiales que traen de estas zonas.
Como todo en este mundo, no todo en perfecto y las Burbujas de los países ricos son de mayor tamaño que las de los países pobres que invirtieron menos en su construcción.
En la burbuja más grande vive muy rico y poderoso que se culpa por que su esposa no estaba dentro de la burbuja cuando esta se cerró y ella resultó contaminada. Pero este millonario se las arregló para sobornar en las primeras horas de la guerra a encargados de la seguridad y mantiene a su esposa en una jaula en el sótano de su mansión.
Dentro de las burbujas no deben habitar seres contaminados.
Un científico de origen hindú, dirige la burbuja y lo asisten una joven de origen ruso y un joven de origen argentino.
Las burbujas sufren constantes ataques de seres contaminados, quienes sufren una muerta lenta y dolorosa.
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