3 claves para saber si la portada de tu libro está ahuyentando a tus lectores

La decisión al elegir portada para un libro atraerá o alejará lectores

¿Recuerdas el Monstruoso libro de los monstruos de Harry Potter? Este libro era una pequeña criatura repleta de dientes que al abrirse mordía todo lo que pillaba, manos de por medio incluidas… Un freno para cualquier lector/a ¿no?…  Pues de la misma manera que el libro-monstruo de Harry Potter asustaba a quién intentaba leerlo, sucede muchas veces que las portadas de los libros (sobre todo cuando son auto-editados) más que animar a los/as lectores/as, disuaden. 

Pese al conocido dicho de que no debe juzgarse un libro por su portada, cada vez juzgamos más un libro por su portada. No sólo eso sino que ésta tiene que funcionar como una llamada de atención para la lectora o lector, tanto en una librería física como en el mundo digital. La persona debe sentirse atraída por el libro, para entonces pasar a investigar su sinopsis y demás factores que determinarán o no su decisión de compra.

Entonces, ¿por qué tantos autores insisten en descuidar la portada de su libro? Creamos nuestra obra con tanto esfuerzo, dejándonos la piel en cada página, desechando, corrigiendo mil veces… y luego, ¿le colocamos una portada que no le hace justicia?

No sólo es importante el contenido, sino que también es fundamental prestar atención a la presentación, especialmente, cuando nos estamos dando a conocer y nuestro nombre no es una referencia inmediata de calidad.

Errores decisivos al elegir portada para un libro

¿Está la portada de tu libro ahuyentando a tus lectores? A continuación, hablamos sobre los errores que no debemos cometer a la hora de elegir portada para un libro:

1. No capta la atención

Si miras entre los libros de tu estantería, verás que hay algunos que llaman más la atención que otros. Puedes comparar tu portada con éstos. ¿Llama la atención? ¿Destaca por algo? ¿Invita a coger el libro? ¿Se ve igual de profesional? Es fundamental que tu libro transmita profesionalidad, pues una portada mediocre nos habla de un/a escritor/a mediocre, y eso no es para nada lo que nos interesa. Si no tienes conocimientos de diseño, no esperes que te llegue la inspiración artística y salga una portada maravillosa, ¡tu libro se merece a un profesional!

Recalcamos que no se trata de hacer una portada súper llamativa o recargada, en cada tipo de libro irá mejor un estilo, además de que a veces el minimalismo o la sobriedad pueden ser  lo que más llama nuestra atención.

2. No es acorde a nuestro Público Objetivo

¿Quiénes son tus lectores? ¿Qué tiene que transmitirles tu obra? Métete en su piel. Olvídate de que has escrito tú el libro, ¿qué sugiere la estética de su portada? Los colores juegan un papel importante en este punto, ya que transmiten muy bien sentimientos, estilos, características…

Fíjate en cómo estas portadas hechas por profesionales utilizan colores que contrastan, títulos legibles con tipografías e imágenes atractivas, y transmiten un estilo acorde a su contenido.

3. No es profesional

Incidimos en el punto de la profesionalidad. Una portada con una imagen de mala calidad da muy mala imagen, valga la redundancia. Alguna vez se ven portadas con imágenes pixeladas o quemadas por increíble que parezca. ¡Nunca hagas esto!

Por otra parte,  el error  probablemente más común es la mala legibilidad del texto de la portada: usar tipografías inadecuadas, colocar los textos sobre imágenes que impiden que se lea bien el título, usar colores que no resaltan respecto al fondo y por tanto, no se ven bien…

Todos estos errores serían impensables para cualquiera con unos mínimos conocimientos de diseño, por lo que insistimos en no hacer nuestras propias portadas sin saber, si lo que queremos es un buen resultado.

Ejemplo extremo de cómo no hacer las cosas (aunque es tan mala que llega a ser genial).

Si quieres reírte un rato y recordar por qué hay que dejar el diseño en manos de los diseñadores, aquí tienes una selección de hilarantes portadas que no podrás creer que el ser humano haya concebido.

Esperamos que estos consejos te hayan sido útiles a la hora de escoger portada. Si ya tienes hecha tu portada y crees que no cumple los requisitos, te recomendamos que hagas el esfuerzo de cambiarla. ¡Ah!, y no dudes en pedir opinión a los demás, te darán una información muy relevante que sumada a tu criterio personal te ayudará a tomar decisiones.

¡Mucho ánimo!